Si batallas con El Antiguo Testamento, ¡sigue batallando!
No te detengas sólo porque El Antiguo Testamento parece incomprensible o un verdadero desafío. Hay muchos que evitan leer El Antiguo Testamento. Sin embargo, si estás entre los que batallan, déjame decirte que estás en el camino correcto, nadie entiende todo, pero no hay nada mejor que seguir caminando.
Debo reconocer que llegar al momento en el Nuevo Testamento donde Jesús habla a nuestros corazones es incomparable. También es valioso saber la historia que nos lleva a ese evento. El contexto histórico inspirado por Dios a través de muchas personas está en las páginas del Antiguo Testamento. Estudiar el Antiguo Testamento puede ser difícil y puede hacernos sentir desconectados por varias razones. Uno de ellos es el tiempo que transcurre entre cada libro como el caso desde Génesis hasta Levítico. Otra razón puede ser la ignorancia de las costumbres del Antiguo Oriente, como el funcionamiento de la ley del Levirato.
Aunque estas razones son una realidad, el problema es que nos tientan a leer sólo las partes que entendemos de la Biblia. Sin embargo, no podemos priorizar “algunas secciones” más que otras. La importancia de Romanos y Gálatas es completamente igual a la de Levítico y Números. Estudiar y aplicar toda la Palabra de Dios nos hace poner en práctica lo que decimos creer acerca de la autoridad bíblica.